miércoles, 18 de enero de 2012

2.4 MÚSICA ANTIGUA EN ESPAÑA

REPRESENTANTES PRINCIPALES

Jordi Savall es un músico catalán, empezó a estudiar música desde pequeño, hizo sus estudios de música en el conservatorio de Barcelona, para continuar aprendiendo y perfeccionando su técnica como violonchelista, se fue a Suiza, allí acabó reivindicando loa viola de gamba, un instrumento casi olvidado y la importancia de la música antigua en España.






JORDI SAVALL: "EL CANTO DE LA SIBILA"

El Canto de la Sibila o de la Sibil.la fue una de las dramatizaciones medievales de la Navidad que destacaron en la Península Ibérica, sobre todo en Cataluña. Era interpretado en la misa del gallo. Hasta que la prohibieron en el concilio de Trento, se expandió con continuidad por toda la Península. Solo perdura mayormente en Mallorca. Aparece datada del s.X escrita en latín pero a partir del s.XIII es cuando tenemos las primeras muestras en castellano. Debido a las múltiples traducciones, modificaciones de la lengua y a la transmisión oral, se ha cambiado y ya no es el mismo texto que antes. Como ejemplo aquí hay un fragmento de la obra:

   El jorn del judici

parrà qui haurà fet servici.

Jesucrist, Rei universal,

home i ver Déu eternal
del cel vindrà per a jutjar
i a cada u lo just darà.
Gran foc del cel devallarà;
mar, fonts i rius, tot cremarà.
Los peixos donaran grans crits
Perdent los naturals delits.
Ans del Judici l'Anticrist vindrà
i tot lo món turment darà,
i se farà com Déu servir
i qui no el crega farà morir.
Lo seu regnat serà molt breu;
en aquell temps sots poder seu
moriran màrtirs tots a un lloc
aquells dos sants, Elíes i Enoc.
Lo sol perdrà la claredat
mostrant-se fosc i entelat,
la lluna no darà claror
i tot lo món serà tristor.
Als mals dirà molt agrament:
- Anau, maleïts, en el turment!
anau, anau al foc etern
amb vostron príncep de l'infern.
Als bons dirà: - Fills meus veníu!
benaventurats posseïu
el regne que està aparellat
des de que el món va ser creat.
Oh humil Verge! Vos qui heu parit
Jesús Infant aquesta nit,
a vostro Fill vullau pregar
que de lo infern nos vulla guardar.
El jorn del judici
parrà qui haurà fet servici.


CRÍTICA MUSICAL: EL CANTO DE LA SIBILA 


 

También llamada El Cant de la Sibil-la en catalán, es una obra de la época medieval y está interpretada en latín, una lengua ya muerta pero usada en la antigüedad en la Península.

Ésta pieza, está cantada por un coro con el acompañamiento de una viola de gamba. Por lo tanto, se trata de una obra vocal, y no instrumental, aunque lleve acompañamiento de un instrumento. Éste forma parte de los instrumentos de cuerda frotada, ya que es una viola, y quedó casi olvidado hasta que el músico Jordi Savall revindicó su existencia.

El coro está formado tanto por voces femeninas, que son el soprano, mezzosoprano y contraalto, como por voces masculinas, que son tenor, barítono y bajo, de aguda a grave, respectivamente. Se incluyen en la obra solos, de voces femeninas y masculinas, y fragmentos interpretados por todo el coro.

Ésta obra es culta, ya, que tiene un autor conocido. Pertenece al género culto-religioso, ya, que se canta en una ceremonia religiosa, en concreto en la misa del gallo, en Menorca.

La textura es homofónica, pues las voces cantan lo mismo, anque sea en distintos tonos y da la impresión de que vayan en bloque. Su procedimiento compositivo se basa en la imitación, ya que, aunque no es todo el rato la misma letra, se repite siempre el mismo proceso: solo de voz masculina o femenina y fragmento cantado por todo el coro.

El tempo es largo, ya que es muy lento, a pesar de que no haya ningún tipo de instrumento que lo marque, se deduce a partir de la velocidad del canto. No se aprecian cambios de movimiento, lo cual quiere decir que su tempo es todo el rato igual, sin variantes, ni aumenta el ritmo, ni disminuye.

Su intensidad de dinámicas consiste en ser mezzoforte, lo cual quiere decir que no es fuerte, pero tampoco es piano, lo que resultaría demasiado suave. Aunque se intensifica un poco cuando intervienen todas las voces a la vez, no es que aumente realmente la dinámica de intensidad, sino que, al estar más gente, tiene más sonoridad.

Con respecto a las sensaciones que transmite y hace sentir esta obra, cabe destacar, que no son exactamente sensaciones, sino estados como la meditación, cuando estás en la iglesia, o también tranquilidad, ya que con ese tempo e intensidad se consigue mucha relajación. Se puede decir también que puede ayudar a la concentración de la mente o alejarte del mundo mientras la escuchas. 

Como opinión personal debo destacar, que me gusta esta obra y me parece muy interesante, apesar que, debido al tempo largo que tiene, escucharla los trece minutos resulta un poco pesado. Me gusta que sea una pieza vocal, aunque lleve acompañamiento, de hecho creo que éste hace que sea mucho más interesante y da pie a que haya más pausas entre las voces y no quede tan vacía la obra. Me gusta que tenga esta textura porque sino a mí me resultaría demasiado recargada.


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